UNA VISIÓN DEL PROYECTO BAJO LA PERSPECTIVA DE LAS HUMANIDADES AMBIENTALES

POR Ana González-Besteiro
Presidenta de la Asociación Española de Humanidades Ambientales

Nuestra asociación, de reciente creación, tiene como objetivo, pensar los problemas y desafíos medio ambientales bajo el prisma de las relaciones sociales por motivos ambientales entre las personas y las relaciones entre personas y medio natural. 

Nos basamos en la evidencia que la gestión ambiental necesita hoy un cambio de paradigma ya que el conocimiento del medio biofísico no es suficiente para gestionar los ecosistemas, sino que necesita introducir la dimensión humana para tener éxito.

Las Humanidades Ambientales pueden responder a cuestiones que las personas que han intervenido antes que yo en esta jornadas se han planteado. Recordemos esa mención a una “esperanza de futuro más allá del sector primario” o a la pregunta de ¿por qué no se implica a los pueblos? o dar por hecho que “todo el mundo está interesado en esta acción”. En definitiva, resulta todavía sorprendente en nuestros días que aún se considere que las propuestas de intervención de un proyecto tienen que “transformar a la población local” en lugar de comenzar a hablar de co-construcción entre todos los tipos de saberes implicados, tantos expertos como vernáculos.

Con frecuencia se habla de impacto económico de un proyecto, confundiéndolo con impacto social. Sabemos que los humanos no sólo actuamos a favor o contra la naturaleza por razones económicas. También hay otras razones, ligadas a los apegos, arraigos, relaciones de poder, representaciones sociales, percepciones, experiencias vividas o imaginadas, simbolismos y un largo etcétera. Los estudios de Humanidades Ambientales hacen aflorar lo inesperado, lo impensado o indecible que se había silenciado. Cuando esas relaciones de las poblaciones con su entorno natural se visibiliza estos resultados proporcionan un marco de reflexión que puede reorientar las acciones con enfoques más participativos y facilitar la apropiación social de ciertos proyectos.

Para terminar, cuando hablamos en nuestros días de gestión ambiental, hacemos referencia a una incomprensión, a un enfrentamiento de monólogos entre especialistas ambientales y poblaciones locales como es el caso aquí, en Tablas de Daimiel. Un proceso de carácter conflictivo, en el que ninguna de las partes se esfuerza por entender la racionalidad del otro con el fin de saber qué resortes le mueven a hacer lo que hace.

Porque gracias a las Humanidades Ambientales sabemos que nunca se trata de una historia de buenos y malos si no de otra cosa que hay que identificar y analizar.