¿Qué es el Antropoceno?
¿Cuándo habría comenzado?
En esta nueva época geológica, la actividad humana se habría convertido en la principal fuerza transformadora del planeta. Hasta ahora los esfuerzos de la comunidad científica se han centrado, sobre todo, en áreas urbanas. En mi tesis titulada “Cambios naturales y antrópicos en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel desde el registro sedimentario, arqueológico e histórico (Edad del Bronce-actualidad), pretendo aportar más datos al debate del Antropoceno, pero desde el mundo rural desde el cual no se había profundizado mucho hasta ahora.
Hasta la publicación de esta tesis, se consideraba que este humedal habría permanecido inalterado hasta 1956, fecha en la que se iniciaron una serie de actuaciones que acabaron desecándolo. Sin embargo, hay que irse más atrás en el tiempo, hasta la Edad del Bronce, para conocer el papel de la actividad humana.
Para ello ha sido necesario un trabajo interdisciplinar en el que se ha correlacionado la información del registro sedimentario con las fuentes históricas, en el marco del proyecto Paleo Tablas de Daimiel. En el análisis de los sedimentos depositados en Las Tablas de Daimiel se observan variaciones debidas, sobre todo, a cambios en el clima. Así, un menor porcentaje de aluminio y de azufre estaría relacionado con un menor aporte de aguas superficiales y, por lo tanto, con una disminución de las precipitaciones.
Sin embargo, hay ocasiones en que el control climático no es suficiente para justificar el cambio. Es, entonces, cuando podemos cruzar estos datos con los extraídos de las fuentes históricas (archivos, yacimientos arqueológicos…) e interpretar las causas.
Gracias a esta metodología se han podido establecer tres fases en la evolución del humedal a partir de la Edad del Bronce:
En la fase I o natural (Edad del Bronce-1750) se realizaron las primeras infraestructuras, aunque sin consecuencias para el humedal. Las primeras construcciones fueron las motillas, fortalezas de la Edad del Bronce que se han relacionado con momentos de extrema sequía. Sin embargo, todo lo contrario, ya que unas mejores condiciones de humedad favorecieron la actividad agrícola y el crecimiento de la población.
Durante el periodo romano se construyeron azudas o diques que se utilizaron con posterioridad para la instalación de molinos hidráulicos. Aunque los molinos aumentaron a partir de la Baja Edad Media, no afectaron al humedal, ya que no interrumpieron su evolución natural.
En la fase II o de antropización, se produjo la primera desecación de Las Tablas de Daimiel. Un aumento de la aridez incrementó la presión agraria. Fue en este contexto en el que se produjo la primera desecación en 1750. Aunque en el S.XIX, el humedal se recuperó, a partir de esta fase el factor humano condicionó cada vez más la evolución del humedal.
En la fase III o de artificialización, se aceleró el impacto de la actividad humana y el humedal sufrió un proceso de degradación, primero por el drenaje de las Tablas de Daimiel en 1971 y, después, por la sobreexplotación de las aguas subterráneas.
En consecuencia, en Las Tablas de Daimiel, existen señales que coincidirían con el inicio del Antropoceno en 1950. Sin embargo, existió un pre-Antropoceno que podría estar relacionado con una oleada agrícola durante la Edad Moderna.
NOTICIAS
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Estudia en su tesis doctoral qué ha ocurrido en el parque nacional y por qué un lugar habitado desde la Edad del Bronce ha acabado tan deteriorado.
Alberto Celis, doctor por la ETS de Ingenieria de Caminos
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